.:. La Casa Castellón .:.

Vivir en mi cabeza es un tormentoso viaje sin término. Sin descanso. Habitan horrendas criaturas, enfurecidos Dioses y melancólicos robots. Conviven en un universo olvidado, desconocido por muchos. Mi nombre es J.E. Castellón, y este antiguo templo es el hogar de mi Casa. La Casa Castellón. Les dejo la puerta abierta. Sólo espero que puedan salir a tiempo...

Nombre: J.E.

sábado, octubre 01, 2022

Previously, on Juan Eduardo's Life

¡ Hola!

Sí, sí, no escribí más desde esa vez y me demoré más de un año. ¡Pero hay buenas noticias! Buenas y malas... Ay, ¿por dónde empezar? Ok, creo que por el principio. Vamos a repasar la noticia que les mencioné la última vez.

¿Se acuerdan que estaba esperando una editorial que había aceptado el cuento infantil? Bueno, al final no pasó nada. Pero no por culpa de la editorial, sino que decidimos en conjunto enviarlo al fondo del libro para edición y no ganamos. Y luego se enfrió todo. Eso sucede, más de lo que uno piensa, así que decidí hacer un cambio: Nunca más voy a esperar un fondo.

Llevo muchos años (demasiados) dependiendo de los fondos para mi trabajo en la "vida real", que es ser productor audiovisual. Y me ha tocado ser parte de muchos proyectos que mueren por no tener financiamiento. Mucha de esa culpa no es el no "moverse", sino el "quedarse esperando", y es lo peor. Aprendí que todo lo que uno envía (ya sea a editoriales, a fondos concursables, etc.) toma mucho tiempo, a veces incluso 6 meses o más. Y generalmente uno obtiene una respuesta negativa. Entonces, esperar se convierte en una sentencia de muerte para el proyecto.

Entonces hoy, año 2022, volví a enviar un proyecto a un fondo. Pero esta vez sucedieron dos cosas: primero, fue a otra línea del fondo (no a edición, sino a escritura, donde es aún más difícil ganar), y segundo, que esta vez he seguido escribiendo. Como si el fondo no hubiera existido, o si supiera que no voy a ganar. No es que lleve mucho escrito, pero me ha servido para no perder la "onda" del libro.

Y eso es otra cosa que pasa con las esperas. Uno se olvida de muchos detalles, del tono y estilo, de la sustancia del relato. Al intentar retomar, uno ya es distinto y el cuento o libro, que no avanzó, es un alienígena.

Así que en eso ando. ¿Quieren saber de qué va la novela? ¡Pues no pienso decirles! Es otra cosa que me dijo una vez un amigo: contar algo es dar medio paso en falso. Inconscientemente, uno cree que hizo algo, pero no fue así, y entonces uno descansa. Y eso es veneno para el proyecto.

Les cuento después mejor, cuando tenga noticias más sólidas. Pero les dejo la foto de mi "Cubil Escritoril", como le llamo (con un par de pistas sobre la novela).



¡Nos leemos en la próxima entrada!

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lunes, enero 11, 2021

¡Bienvenido 2021!

Y bueno, seis meses después de mi último post (menos que la última pausa, no sean mal hablados), estoy listo para hacer un pequeño update.

Terminé finalmente la investigación de los diarios de los años cuarenta, dos meses exactos luego de empezarla. Sí, 60 días de corrido, sin parar ninguna vez de leer, aunque sea una página diaria. ¡Y pensar que creía que me iba a demorar apenas dos días en hacerla! Luego, al comenzarla y darme cuenta, calculé que me iba a demorar solo dos semanas. ¡Qué equivocado estaba! Pero bueno, lo que importa es que la terminé (y luego de hacer un par de cosas más, me absorbió una vorágine de trabajo que no me soltó hasta las fiestas de fin de año, pero esa es otra historia, y una bastante aburrida).

Entonces, para recapitular, la investigación está lista y el paso siguiente es planear la estructura de la novela, utilizando toda esa información para definir y enriquecer a los personajes por un lado, y por otro darle realismo a la narración. Pero eso no lo haré aún, ya que tengo otros proyectos en paralelo.

-¿Cómo?- me imagino preguntándome - ¿Estás diciendo que luego de esos dos meses realizando una investigación no vas a escribir la novela?

¡Pues por supuesto que sí! Lo que pasa es que.... bueno, el compost. Una vez una famosa escritora inglesa dijo que para ella todo lo que pasaba en su vida diaria su mente lo guardaba en un lugar recóndito que ella llamaba "compost", al igual que el compuesto orgánico. Es una linda metáfora, ya que según ella, luego de un año, ese material, que podría incluso ser considerado basura, había creado una exquisita pasta que servía para "hacer crecer flores". Y ese era el origen de sus historias. Lindo, ¿no? Bueno, yo a eso le llamo "digerir", pero creo que "compost" es más apropiado para este blog.

En fin, toda la información que leí (y que anoté en una hermosa libreta que me regaló un amigo para usarlo en "esa novela"), está esperando florecer. Por ahora, estoy con dos cosas más:

a) Un cuento infantil ilustrado que fue aceptado en una editorial y me tiene muy feliz (aunque no asegura su publicación, fue entregado completo y revisado).

b) Una novela gráfica sobre una idea que tuve hace muchos años y mi amigo ilustrador (el mismo del cuento), me propuso desarrollar y la sinergia ha sido increíble. De hecho, ya tenemos el prólogo terminado. Y no, no se los voy a mostrar. Aún. Bueno, bueno, acá va un avance:

Así que ahora, seis meses después de terminar al fin la investigación de mi idea de novela más ambiciosa, me encuentro estructurando una novela gráfica que "creé" unos 10 años antes que la idea de la novela. Y de esa ya han pasado 6. ¡Cómo pasa el tiempo!

Pero lo bueno es que estos días he avanzado bastante: ya tengo un primer borrador del argumento completo (menos el climax final, pero... ¿a alguien le importa el final?). Y también estoy viendo un curso de literatura de Neil Gaiman. Yo sé que todo el mundo odia la pandemia, ¡pero yo estoy bastante agradecido de algunos tiempos que me ha dado! Solo a veces y cuando le da la gana, así que menos mal he estado lo suficientemente despierto como para aprovecharlos.

¡Nos leemos en la próxima entrada!

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viernes, julio 03, 2020

¡Tengo escritorio improvisado!

Así es, me costó 100 días darme cuenta de que mi espalda estaba sufriendo y que no podía seguir trabajando ne el sillón del living. Así que me compré una silla plegable barata de escritorio y ¡presto!

He aquí mi primer escritorio (improvisado) de trabajo, donde escribiré mis primeras novelas aprovechando la cuarentena:



¿Se ve incómodo? ¡Lo es! Pero menos que trabajar desde el sillón o desde la cama. Así que para mí este escritorio es una bendición. Especialmente porque sigo leyendo la investigación y la rutina de leer esa carpeta pesada todos los días, ya me está haciendo doler el cuello y la espalda.

¡Nos leemos!

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lunes, junio 29, 2020

Mi cabeza vive metida en 1940

El sábado 27 de junio complí un mes de corrido leyendo y trabajando en la investigación de la novela policial. Y cuando digo un mes significa 30 días de corrido, sin parar ningún día, avanzando entre 4 y 12 páginas de lectura y de anotaciones cada día. Eso sí, hubo un día que hice 1 sola hoja (iba a ser mi día libre, pero mi sentido de responsabilidad evitaba que me distrajera hasta que haya hecho al menos algo).

Decidí hacer esto por varias razones, pero principalmente porque nunca pensé que la cuarentena iba a ser tan larga, y me di cuenta de que si no me lanzaba hoy con la lectura de absolutamente todo el material que tengo de investigación, no lo iba a hacer nunca.

¿Por qué es importante hacerlo de corrido, dicen ustedes? Pues porque llevo ya 3 años viajando y tratando de retomar la investigación sólo cuando paraba en Chile (en la ruta es imposible hacer algo así), y no alcanzaba a agarrar vuelo cuando ya tenía que subirme a un avión otra vez. Y claro, al volver, debía comenzar de nuevo, porque perdía el hilo de lo que llevaba y eso significa que en realidad, aparte de juntar mucha información de diversas fuentes y de anotar ideas, realmente no había avanzado nada de la investigación. 

Por ende, cumplo 30 días leyendo diarios de la época y anotando información, ideas y reflexiones sobre la novela en un hermoso y útil block de notas que me regaló un muy buen amigo (y, por supuesto lector ideal de estas palabras).

Adjunto una fotografía de lo que llevo avanzado solo en la primera carpeta (de un total de dos) y que, espero pueda terminar pronto, porque no he podido, ni he querido, hacer absolutamente NADA además de leer estas hojas. Acá una muestra de lo que llevo:



Yo por mi tengo el deber de volver a la lectura de la investigación. ¡Nos leemos!

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lunes, mayo 11, 2020

Los proyectos se ramifican...

OK, voy a ser el primero en admitir que ha sido bastante provechosa mi misión literaria, a pesar que, confieso, no he escrito nada de la novela policial.

Ya llevo dos meses en esto y la verdad es que no tengo mucho tiempo libre (es increíble que sin remuneración ni trabajo real desde octubre, tenga tantas cosas que hacer entre presentaciones, correos y reuniones que en realidad no sirven ni para pagar las cuentas), pero todas las tardes retomo mi vocación y avanzo en mis proyectos.

Sí, leíste bien: dije "mis proyectos". No estoy enfocado ya en una sola novela. Es más, ni siquiera es la policial, en estos momentos. Estoy desarrollando:

- Una novela de suspenso/thriller de una idea que tengo desde hace ya 15 años (recueddo haberla tenido ya bastante estructurada por ahí por el 2005). Está ahora en su tercer borrador de escaleta o outline, con dos capítulos escritos de forma experimental para encontrar el tono. 

- Una novela infantil inspirada por un sueño que tuve el año 2016. Acá ya voy en la segunda versión de la escaleta y con la primera página escrita en borrador para encontrar la voz del protagonista. 

- La versión revisada para enviar a editoriales de un cuento infantil que escribí hace... uff muchos años atrás (diría que el año 2007, aunque puede que me equivoque y sea de antes). Esto gracias a que un gran amigo mío está haciendo las ilustraciones oficiales finales y con eso la idea es mandarlo para todos lados.

Eso tengo para informar durante estas semanas. ¡Un abrazo y nos leemos en el próximo post!

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miércoles, abril 15, 2020

Update de un escritor enclaustrado

Luego de 30 días en cuarentena, confieso que más que escribir he estado estudiando mucho, leyendo y realizando cursos sobre escritura. Hay muchos concursos dando vueltas, pero prefiero concentrarme en mis proyectos personales y no distraerme.

Siempre he tenido la fantasía de irme a vivir a una cabaña por tres meses y dedicarme a escribir (después me enteré de que era una especie de cliché que quieren todos los aspirantes a escritor, así que no andaba tan mal), y esta cuarentena es una oportunidad únca para aprovechar de escribir.

Estoy leyendo libros de escritura de guión y también sobre el mercado de las editoriales. Ya creo que tengo muy claro lo que necesito para negociar un contrato. Solo me falta algo poco importante: ¡una novela, nada más! 

También he estado viendo cursos de Dan Brown, Judy Blume, R. L. Stine, James Patterson y David Baldacci, ya que son escritores a los cuales admito y sus consejos con bastante buenos. Además, tres de ellos escriben el mismo género de este proyecto, así que me sirve para también reforzar y revisar la novela que está dando vueltas en mi cabeza hace tantos años.

Otra cosa buenísima que descubrí son los IGTV de Francisco Ortega, en donde comenta el origen de sus libros en varios videos de 10 minutos. Aparte de entretenidos, son súmamente interesantes para aprender sobre la industria literaria. ¡Los recomiendo mucho!

Y bueno, veamos qué me depara el futuro, porque mi cabeza es bastante inquieta y ya me están dando ganas de hacer otros proyectos en paralelo.

¡Nos leemos!

miércoles, marzo 18, 2020

Pandemia literaria - Investigación novela policial

¡Sí, lo sé! Prometí hacer más actualizaciones y no escribí más. Pero ahora que estamos en cuarentena por el Coronavirus, me dedicaré a actualizar y mantener este blog -fruto de mi catarsis narrativa- vivo. Pasaron tantas cosas en estos años que prefiero enumerarlas en forma de resumen:

- El año 2015 llegó a mis oídos una historia real ocurrida en Chile hace 80 años y que me motivó para comenzar a escribir un proyecto más ambicioso :mi primera novela. Es una historia bastante comercial, por lo que decidí dejar todos mis proyectos literarios de lado y enfocarme en este. Dejé la idea en el horno y comencé a madurarla.

- El año 2016 escribí las primera 50 páginas y la envié a algunos de ustedes, queridos lectores ideales. Luego de sus comentarios, comprendí que me faltaba investigar más sobre la época, los eventos y especialmente sobre el género narrativo. Por eso me embarqué en una investigación compleja y completa, que me ha tomado 4 años.

- El año 2017 comencé investigando los hechos del caso policial en sí. Desde nombres hasta fechas, pasando por eventos importantes que pudieran guiarme en la historia hasta elementos que me ayuden a crear los personajes. Esto significó recibir la ayuda de mi —en ese entonces- pareja, a quien contraté y remuneré para que fuera a la Biblioteca Nacional a buscar archivos de las fechas que me interesaban.

- El año 2018 investigué cosas históricas de esas fechas en Chile, desde hechos políticos a cambios sociales. Hoy tengo una carpeta con más de 100 fotografías y anotaciones de la época.

- El año 2019 comencé de nuevo a darle vueltas a la historia y tuve intención de llegar a leer toda la investigación acumulada, pero el estallido social me distrajo un poco que digamos y cambió mis prioridades.

Y así llegamos al 2020, con cuarentena y recluido en la casa. Es el momento ideal para continuar con mis proyectos literarios, así que puse manos a la obra y espero poder contarles mis avances. Esta vez sí es seguro que lo haré, porque este post lo escribí en marzo -junto con varios más- y recién lo subo ahora para comenzar.

Hasta el próximo post. ¡Nos leemos!

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